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La Comisión de Peticiones y Mociones celebra un encuentro parlamentario internacional bajo el título: "Democracia Participativa y Pregunta de Eficiencia"

La Comisión de Peticiones y Mociones celebró, el jueves de 28 de enero de 2021, un encuentro parlamentario internacional por videoconferencia intitulado: "Democracia Participativa y Pregunta de Eficiencia", bajo la presidencia de, Rachid El Abdi, presidente de dicha Comisión y con la participación de representantes de los Parlamentos internacionales de Quebec, Alemania e Inglaterra.

Este encuentro, celebrado en colaboración con la Fundación Wistminster para la Democracia, se enmarca en el plan de acción de la Comisión de Peticiones de la Cámara de Representantes, que incluye entre sus puntos conocer las experiencias internacionales exitosas en materia de democracia participativa, con vistas a inspirarse y beneficiarse de las mismas en el fortalecimiento de la interacción parlamentaria con las peticiones de los ciudadanos e intercambiar experiencias.

En su alocución inaugural, Rachid El Abdi remarcó que la participación de representantes de Parlamentos de países amigos y antiguas democracias es sin lugar a dudas un indicador importante del éxito de este encuentro. En el mismo orden de ideas, subrayó que este evento será una oportunidad adecuada para intercambiar experiencias y conocimientos acerca de los actuales mecanismos parlamentarios y cómo tratar las peticiones de los ciudadanos y su destino.

El presidente de la Comisión de Peticiones resaltó la importancia de la democracia  representativa en tanto que fuente de unidad y orgullo y uno de los fundamentos de la nación, además de la consideración de la democracia participativa como complemento y su hermana menor que incita  a una mayor unidad y solidaridad y crea un dinamismo respecto a la sociedad y el desarrollo, citando al respecto un extracto de un discurso fundador de Su Majestad el Rey Mohamed VI, que Dios Le Asista, en el que Su Majestad dice: “Cualquiera que sea la legitimidad de la democracia representativa tradicional, consideramos necesario completarla con la democracia participativa moderna, que nos permite beneficiarnos de todas las experiencias nacionales y regionales, de la sociedad civil activa y de todas las fuerzas vivas de la nación, con sus tendencias y corrientes, independientemente de su posición, que tienen su lugar para Nuestra Majestad, y su opinión respetuosa en los asuntos públicos, en el marco de la primacía de la ley y el Estado de las instituciones ".

El diputado Rachid El-Abdi recordó que este discurso fundador fue bien recibido por el legislador constitucional, quien sentó las primeras bases de la democracia participativa en sus diversas dimensiones nacionales y territoriales. La Cámara de Representantes siguió el dinamismo de la Constitución de 2011 al participar activamente en esta gran obra nacional tal y como lo había explicado el Presidente de la Cámara, Habib El Malki, con motivo de la apertura de la conferencia sobre la democracia participativa el 25 de febrero de 2020, o antes en el encuentro comunicativo con las asociaciones de la sociedad civil sobre las obligaciones de la Cámara de Representantes en el marco de la Iniciativa de Asociación para un Gobierno Abierto o un Parlamento Abierto el 23 de mayo de 2019, en el que destacó los logros de la Cámara en la puesta en marcha de las disposiciones constitucionales en materia de democracia participativa “mediante la constitución de la Comisión de Peticiones y la creación de una nueva unidad administrativa en el organigrama de la Cámara  encargada  de las peticiones y mociones legislativas, con el fin de llegar a establecer un Parlamento de proximidad que interactúe positivamente con las preocupaciones de la sociedad, así como difundir la cultura de la democracia a gran escala y dirigirse al público joven.

La directora de los Programas de Medio Oriente y Norte de África de la Fundación Westminster para la Democracia, Dina Melhem, subrayó que este tema es de especial importancia para consolidar la democracia participativa en la toma de decisiones, considerando la influencia en las políticas públicas es una de las bases de una sana práctica democrática. En este sentido, el trabajo llevado a cabo por la Comisión de Peticiones y Mociones en el seno de la Cámara de Marruecos refleja la visión democrática de la constitución de 2011. Este encuentro se enmarca en un contexto caracterizado por el uso de los desarrollos tecnológicos y las plataformas participativas impuestas por el coronavirus como herramientas que ofrecen a los ciudadanos la oportunidad de expresar sus puntos de vista, y por tanto la discusión de hoy como portadora de experiencias para escuchar e intercambiar con el fin de presentar numerosas percepciones sobre la democracia participativa de acuerdo con el contexto legal y nacional de cada país.

Los representantes de los Parlamentos internacionales hicieron uso de la palabra para presentar las experiencias de sus parlamentos nacionales y la especificidad de los procedimientos y mecanismos para la formulación y adopción de peticiones. De este modo, las intervenciones versaron sobre el proceso de peticiones, que incluye el marco jurídico regulador, los mecanismos y las estructuras gestoras, la metodología para tramitar las peticiones de ciudadanía por parte de los parlamentos, destino y resultados de las peticiones y mociones, y conocer las capacidades tecnológicas modernas disponibles para recibir las peticiones de forma electrónica, la forma de comunicación con la ciudadanía y los parlamentarios, y el efecto de las peticiones en las políticas públicas.

La Comisión de Peticiones y Mociones en el seno de la Cámara de Representantes hizo una presentación sobre los fundamentos legales y legislativos de la democracia participativa, la experiencia marroquí en este campo, el funcionamiento de la Comisión, sus competencias, la trayectoria de las peticiones, los procedimientos, los plazos, las problemáticas y las reformas deseadas para mejorar el proceso de la democracia participativa, a través de proposiciones de ley sometidas a la aprobación de la Presidencia de la Cámara.

En conclusión, el presidente de la Comisión, Rachid El Abdi, presentó las recomendaciones emanadas de este encuentro, destacando que existen disparidades entre los países en materia de presentación de peticiones y mociones en el ámbito legislativo, ya sea en relación con los textos que rigen este derecho, en las formas de acceso de los ciudadanos a ejercerlo, en los procedimientos relacionados o en relación con el derecho para alcanzar resultados eficaces.

Una invitación a celebrar encuentros anuales para abordar los distintos aspectos procedimentales legales y otros de los mecanismos de peticiones y mociones en el ámbito legislativo fue lanzada, con el fin de intercambiar puntos de vista y experiencias, y obrar por la creación de una red parlamentaria sobre la democracia participativa en los parlamentos con el propósito de compartir experiencias y poder desarrollar su trabajo en este sentido mediante:

La reunión del mayor número de enfoques para determinar las mejores prácticas y la elaboración de una guía práctica que incluya las líneas generales para las mejores prácticas en materia de democracia participativa que comprenda tres dimensiones:

La primera dimensión consiste en cómo ejercer el derecho, la segunda incluye la implementación y la tercera dimensión sobre los resultados emanados de dicho derechos.

La necesidad de abrir las obras a las enmiendas necesarias para reformar las legislaciones que permitan determinar los resultados más eficientes para responder a las expectativas de la ciudadanía.

La sensibilización del impacto social y político que genera la interacción de los parlamentos con las peticiones y mociones legislativas presentadas por la ciudadanía en lo que respecta a la creación de un equilibrio social y político, la reducción de la brecha entre los ciudadanos y los parlamentos y la profundización de la confianza ciudadana en sus representantes.

La consolidación de la conciencia de que la democracia participativa es un mecanismo para establecer la estabilidad política, asimilar los movimientos sociales, acelerar la interacción de los ciudadanos y la necesidad de identificar diversos mecanismos posibles para interactuar con las peticiones y mociones legislativas presentadas por los ciudadanos.